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Ignacio Walker, la ruptura del bloque oligárquico

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La Democracia Cristiana, lo han mostrado los resultados electorales, es un partido en decadencia: ha perdido, al menos, un millón de votos durante las dos últimas décadas – del 25% a casi el 15% -, sin embargo, se aferra al poder como si fuera a continuar siendo el primer partido de la combinación en el poder. Como los ancianos, que normalmente, por el peso de los años, están en declive físico, este partido no osa mirarse al espejo para no ver “las arrugas en las arrugas”. En el reparto de cargos, tarea en que estos camaradas son expertos, esta vez no lograron los cargos principales – el ministerio del Interior, de Relaciones Exteriores, de Educación …-, pues tuvieron que conformarse con el de Defensa, Secretaría General de la Presidencia y Obras Públicas; en distribución de intendencias y seremis también los aventajó el PPD.

Los “príncipes” Walker Prieto se han convertido en una dinastía que se ha apropiado del partido democratacristiano y del parlamento – dos senadores y un diputado – y jamás se les ocurriría “abdicar”, como lo hizo el rey Juan Carlos, pues les encanta “el pituto o muerte”, además son unos verdaderos tiranos en su partido.

Hace varias décadas que la Democracia Cristiana dejó de tener ideales: el “vuelo del cóndor” se ha transformado en el periplo de un ave desplumada, raquítica y oportunista, así, el partido ahora no tiene ideales sino intereses que defender. Esta es una de las razones por la cual los Walker atacan la reforma tributaria atribuyéndose la defensoría de las capas medias – cuesta diferenciar el discurso de Ignacio Walker de aquel de los mañosos y falaces pasquines editados por la UDI -.

Nada peor para un gobierno que el llamado “fuego amigo”, pues la historia prueba que cuando una combinación política tiene una alta mayoría parlamentaria, que deja a la oposición en una posición desventajosa, el quiebre se produce en el seno de la misma combinación en el poder – así le ocurrió a Eduardo Frei Montalva y, desde luego, no tiene por qué no ocurrir en el gobierno de Michelle Bachelet.

En las crisis de dominación oligárquica siempre se produce una ruptura entre las castas en el poder, a causa del despertar de un bloque por los cambios, así, los de arriba no pueden vivir como lo hacían antes y, los de abajo, no soportan más la situación de dominación y vasallaje. Se da el caso, en 1925, que la mayoría de los partidos históricos – conservadores, liberales, radicales y comunistas – estuvieron por mantener el régimen parlamentario, sin embargo, el bloque cívico militar – Alessandri y Navarrete – impusieron el presidencialismo.

En el gobierno de Michelle Bachelet la sola mención de los titulares del programa de gobierno y su muy gradualista y moderada concepción e implementación han servida para reunir un nuevo bloque oligárquico de resistencia que, esta vez, ha tenido la astucia de enganchar a las capas medias y, sobre todo, a sectores conservadores de la Concertación – que se han enriquecido en casi 25 años en el poder – como es el caso de Andrés Velasco, con su partido Fuerza Pública, – que bien podría llamarse repartija pública, una verdadera Arca de Noé, que protege del “diluvio” a los más retrógrados de la Concertación, entre ellos José Joaquín Brunner, Mariana Aylwin.

Como “el partido” de los Walker defiende intereses creados – y por crear -, es apenas lógico que acusen al ministerio de Educación, por ejemplo, de haberse transformado en una “agencia inmobiliaria”; afortunadamente, CIPER Chile, un verdadero tábano para las castas en el poder, acaba de denunciar cuánto dinero perciben los empresarios educacionales que regentan las escuelas particulares subvencionadas y las de co-pago, verdaderas pulpos que se enriquecen con fondos de todos los chilenos – aun cuando esta expresión es un mero decir para justificar la malversación y corrupción de esas castas en el poder -. Se da la casualidad de que el ranking de recepción de fondos fiscales en subvenciones, denunciados por CIPER Chile, lo encabeza Walter Oliva, ex marido de la señora Peirano, ex candidata a la subsecretaría de Educación; en esa misma lista de CIPER Chile hay muchos “emprendedores”, pertenecientes a la Flecha Roja.

Nada más lógico que en una crisis de dominación oligárquica se produzca un quiebre al interior de las castas en el poder y, lo que está claro es que los Walker han optado la defensa de la casta conservadora oligárquica. Ahora, que la DC se alíe a la derecha para defender sus propios intereses no nos debe extrañar, pues ya dieron pruebas de ello en 1973, colaborando al derrocamiento del Presidente Salvador Allende.

09/06/2014

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