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La banca estadounidense marca la estrategia de la oposición venezolana

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Más allá de los denunciados y probados apoyos logísticos financieros de Estados Unidos y la derecha internacional a los movimientos golpistas en Venezuela, lo que va quedando claro es que el guión de la estrategia y de las intentonas está escrito y firmado por la banca trasnacional, en busca de apoderarse de las enormes riquezas del país.

Un Informe para inversores del segundo mayor holding bancario de Estados Unidos, Bank of America- Merrill Lynch (1), muy probablemente escrito por su economista-jefe regional, el venezolano Francisco Rodríguez y  publicado una semana después de la intentona del 12 de febrero último, deja todo en claro.

El  reporte centra su análisis  en la posible evolución del  marco político de Venezuela a partir de los últimos eventos.  Plantea hipótesis de al menos tres escenarios alternativos,  tomando en especial  consideración que las movilizaciones y el arresto de Leopoldo López podrían servir,   o bien para “energizar a la oposición tomando ventaja del creciente descontento  por el marco de un aumento de las dificultades económicas, o , en forma  contrapuesta,  como ha ocurrido en oportunidades anteriores , para que el gobierno logre unificar sus fuerzas en contra la denunciada conspiración golpista para destituirlo.

No llama la atención: desde el 2000 Rodríguez se ha convertido en un francotirador contra Venezuela desde Estados Unidos (manipulando y falseando cifras y realidades, como denunciara el Center for Economic and Policy Research in Washington) (1) y ahora está actuando el papel de asesor financiero, tratando de atrapar al actual o al futuro gobierno venezolano en un negocio de endeudamiento.

Tampoco llama la atención la participación activa del Bank of America en la generación de imaginarios colectivos para la desestabilización: ya lo hizo en 1973 en Chile. En cuanto Salvador Allende ganó las elecciones, se creó el Comité Ad Hoc de Chile, con sede en Washington y formado por las principales empresas mineras estadounidenses con propiedades en Chile, así como por la International Telephone and Telegraph Company (ITT), que poseía el 70 % de la compañía telefónica, que pronto iba a nacionalizarse,Purina, Bank of America y Pfizer Chemical.

El guión del Bank of America

Al primer episodio, el reporte lo denomina con el significativo título  de ” Primavera Venezolana” y señala que la detención de López sirve como catalizador  para la continuidad y profundización de las protestas contra el gobierno, con la expectativa es que éstas sean retroalimentadas por  el desborde inflacionario y  la creciente escasez, con “llamados a la renuncia del presidente Maduro  volviéndose crecientemente prevalentes”.

Especula que ante la pérdida de popularidad del Presidente, un sector militar podría  comenzar a presionar para que abandone el poder, llevando a su reemplazo por un gobierno de transición  ante un llamado a elecciones que probablemente ganaría la oposición.

En forma muy suspicaz,  plantea que la oposición podría haber aprendido del fracaso del 2002 cuando llamaron a una huelga general contra el entonces presidente Hugo Chávez, y ello permitió al gobierno  culpar a la oposición de los problemas económicos del país  y caracterizar el paro como insensible a los desafíos de los venezolanos.  Asimismo, el análisis reconoce que la  oposición tiene una influencia mínima o ninguna  en PDVSA, no estando en capacidad de parar su producción de petróleo, que está ubicada en lugares aislados de la población.

Plantea Bank of America- Merrill Lynch que no habría problemas para la continuidad del pago de la deuda – preocupación central de este tipo de  boletín para inversores-, aunque dejan abierta la posibilidad que Maduro,  en su desesperación, anunciara la suspensión de pago de deudas, lo que consideran poco probable por los enormes costos posteriores de la medida.  Dejan abiertas posibles alternativas de elegir  “enemigos más cercanos”, a través  de medidas tales  “como ampliar nacionalizaciones  o un conflicto armado con Colombia”.

En este escenario de destitución  se hace hincapié que el gobierno de transición y un eventual gobierno de oposición posterior serían “amigables para el mercado” (sus propios negocios).  Ponen de relieve que López es un graduado de  la Escuela Kennedy de Harvard y un firme sostenedor del libre mercado, habiendo propuesto la venta de 9% del paquete de PDVSA en la bolsa de Caracas  en su campaña en las elecciones primarias de la oposición en 2012.

Apuestan a suponer por último que el gobierno entrante luego de un colapso de Maduro, tendría las mejores condiciones  para  “dar forma a un plan económico” (seguramente un eufemismo para referir  un ajuste regresivo económico contra la población y las conquistas económicas y sociales del chavismo).

En el segundo escenario, “Despertar Rudo”, el informe de Bank of  America- Merrill Lynch indica que el gobierno llegaría  a “caracterizar  correctamente las acciones de la oposición  como un intento de golpe”, poniendo el eje en el señalamiento que la oposición desea alcanzar por la fuerza lo que no pudo hacer por los votos.  Estos argumentos podrían unir y  movilizar  la base de apoyo social del gobierno,  así como a los sectores militares en su entorno,  contra  “una asonada  golpista”.

En tal perspectiva, indica el informe, la  opinión popular  podría al final a fortalecer   el apoyo gubernamental. Si se  vuelve notorio que el gobierno no puede ser volteado, ello podría llevar a la desmoralización  a muchos que apoyan a la oposición y las movilizaciones irse desarticulando y crecerían las disputas dentro de la oposición  entre los duros que quieren apoyar la permanente movilización  y los moderados que desean intentar ganar las elecciones de 2015. El informe entiende que  podría de tal forma producirse la repetición de  escenarios similares a los de  2002,  2004 y 2007.

En tal marco el informe bancario no cree que se abriría una crisis para los acreedores, ya que  el default hasta podría ser interpretado  como una admisión por parte del gobierno que la oposición  habría tenido éxito en desestabilizar el país, justamente lo que no se querría evidenciar.

En el tercer escenario indica que la fuerza de las demostraciones de la oposición llevan a la percepción  que el gobierno ya no puede controlar la caída al caos económico, y aun aliados clave actuales   pierden confianza  en la capacidad  de Maduro de mantener una apariencia de gobernabilidad.  “Comandantes militares de alto rango”  acuerdan tomar el control de la situación, expulsando al Presidente, suspendiendo las garantías constitucionales, y reprimiendo violentamente  las demostraciones de la oposición.  El nuevo gobierno “decreta estado de emergencia y suspende las elecciones de 2015″.

Indica el informe que un golpe al estilo de los años 1970 tendría mucha dificultad para obtener apoyo internacional, en tanto significaría la supresión del marco constitucional.  Una alternativa podría ser que los militares tomaran el control del gobierno pero aceptaran mantener a Maduro  formalmente como jefe de gobierno. Aun así, la represión podría despertar una enorme condena internacional.

En esta hipótesis,  Venezuela se “convertiría  de la segunda no-democracia del continente ” (por supuesto, están refiriendo sin nombrar a Cuba) con el riesgo de quedar en soledad.  Suponen que la mayor parte de los gobiernos latinoamericanos, incluyendo  aquellos que vinieron siendo amistosos con el chavismo,  tendrían prevenciones para aceptar que una rebelión militar contra un gobierno electo puede ser exitosa.  Existirían presiones para aplicar sanciones contra el país, sobre todo ante la percepción que el nuevo gobierno no respetaría los derechos humanos.

Bank of America- Merrill Lynch entiende que este escenario sería  de alarma para los inversores-bonistas.  El creciente aislamiento de Venezuela  reduciría  la probabilidad de lograr fuentes de financiamiento con un costo razonable., en tanto las sanciones podrían llevar  disminuir el  incentivo para el gobierno de pagar.   Probablemente este escenario llevaría   a  la eliminación del gobierno de “radicales de izquierda  que están detrás de la estrategia económica actual del gobierno” y que  los  “pragmáticos” tomaran la conducción económica, “permitiendo algunos mejoramientos del marco de la política económica”

¿Dónde están los dólares?

La estrategia mediática de los economistas de la oposición, a través de la gran prensa comercial, es que se acabaron los dólares. Pero según las mismas cifras del BCV, refrendadas por un informe Bloomberg (2) Venezuela tiene importantes fondos en dólares, pero colocados en el exterior(2) . El  condicionamiento financiero de la banca trasnacional intenta lograr que se revierta lo que Venezuela ha avanzado desde 2005, en especial las nacionalizaciones y las estatizaciones .

El economista venezolano Simón Zúñiga (4) señala, al respecto que, “representando una influencia de la socialdemocracia internacional, en un intento de domesticar, occidentalizar, y civilizar lo rebelde del proceso chavista-bolivariano, termina coincidiendo estratégicamente con el paradigma oposicionista” neoliberal.

La ralentización, y casi paralización, de la aprobación de divisas en diciembre marcó un inicio de año con amenaza de un desabastecimiento agudo no sólo en alimentos sino en salud. Los críticos señalan como errores del gobierno, pretender desaparecer a CADIVI, encargada hasta entonces del control cambiario,  de un plumazo y sin una estrategia comunicacional. [y sin instalar el organismo sustituto, el Centro Nacional de Comercio Exterior hasta ahora es una realidad sólo en la Gaceta Oficial]

Pero tras las medidas financieras tomadas a principios de año por el gobierno de Maduro, los economistas se plantean las limitaciones institucionales y la creciente incertidumbre, las dudas sobre si  el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex), sin garantías de estar exenta de corrupción e ineficiencia, está en condiciones de manejar la complejidad de un proceso de asignación de divisas, que va más allá del relacionado con las importaciones y las exportaciones. De lo contrario, las posibilidades de un colapso en las compras externas se reflejaran en la economía, señala Zúñiga.

Las medidas implican un fuerte ajuste macroeconómico, que incluye un shock institucional, y esto tendrá un efecto importante sobre la fijación de los precios y sobre la actividad económica, en momentos en que el desabastecimiento se estaban generalizando y alcanzando niveles críticos.

Rafael Ramírez, vicepresidente económico, anunció la necesidad de poner orden en la utilización de la renta petrolera, lo que debiera traducirse en un Plan de divisas y un Presupuesto de divisas, en un país cuyos ingresos en divisas y su posición de activos financieros externos, no justifica esta situación (absurda) de restricción, combinada por el derroche y el desorden en el uso de los dólares de la renta petrolera.

Zúñiga señala, además, que se deben atacar los poderes fácticos, excluir a la banca privada en su rol como “operadores cambiarios”, ya que han sido cómplices e muchas de las fechorías que se le adjudica al gobierno, además de tener las manos metidas en el mercado paralelo y la fuga de divisas. Esta orientación fue tomada en cuenta en los últimos anuncios que hizo el Gobierno, al señalar que las solicitudes para la subasta de divisas (SICAD) sólo se tramitarían por la banca pública. Siendo correcta la orientación de sacar del juego a la banca privada, sin embargo la implementación de la medida corre el riesgo de fracasar por su improvisación. Antes de debió avaluar la capacidad de la banca pública para convertirse en el único “operador” cambiario del SICAD.

Rafael Ramírez, Vicepresidente del Área Económica, tiene un reto inmenso en sus manos, porque el debilitamiento de la credibilidad y fortaleza patrimonial del BCV y de las Reservas Internacionales, no sólo es un factor que ha venido favoreciendo la estrategia conspirativa de los que fijan el dólar paralelo, sino que está comprometiendo seriamente la viabilidad económica y financiera del proceso político.

Pdvsa debe decidir entre enviarle los dólares al BCV (al Estado) para enfrentar las necesidades de liquidez (evitando el colapso económico y político) o vender los dólares a una tasa mayor (en el SICAD-1 y ahora en el SICAD-2) para resolver el enorme desequilibrio creado en el flujo de caja de PDVSA. Decisión difícil, al filo de la navaja.

El autor, Claudio Della Crocce, es economista argentino, miembro de la Asociación Argentina de Economía Radical

*Fuente: Sur y Sur

Notas:

1)         http://www.cepr.net/documents/publications/venezuela_2008_04.pdf

2)      publicado en  GEM Fixed  Income Strategy & Economics, 19 de Febrero de 2014.

3)      El informe “Venezuela Ogles Chavez’s Hidden Billions as Reserves Sink” (“Venezuela codicia los millardos ocultos de Chávez mientras las reservas se agota) fue difundido por Bloomberg a sus sucriptores el 09-12-2013.

4)       Los datos sobre los dólares que tiene el sector público colocado en el exterior son públicos y están en:http://www.bcv.org.ve/excel/2_4_2.xls?id=330

5)      Ver artículo enhttp://www.aporrea.org/actualidad/a180332.html, en el cual señala: “Ante la insuficiencia de liquidez, tanto en bolívares como en dólares, el Gobierno se encuentra  frente al “eterno retorno” de ajustar o financiar. Lo primero, ajustar lo puede hacer a través de devaluar, aumentar el IVA, aumentar la gasolina, recortar el gasto público y recortar el consumo privado. La primera opción suele imponerse ante lo polémico de las demás (IVA y gasolina) y lo recesivo de las últimas (recorte del gasto y del consumo de las familias).”

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