Orhan Pamuk: "Oriente y Occidente chocando es una idea muy peligrosa"
por Andrea Pilar (La Onda Digital-Uruguay)
18 años atrás 6 min lectura
Orhan Pamuk, dijo sentirse "honrado" y considera que su trabajo "es la mejor muestra de lo fructífera que puede ser la mezcla de culturas". Nacido en Estambul en 1952, la primera vocación de Orhan Pamuk fue la arquitectura, carrera que estudió durante tres años, aunque la abandonó por el periodismo y la literatura. Comenzó a escribir en 1974 a tiempo completo, y desde entonces ha publicado El libro negro (1990), El astrólogo y el sultán (1991), La vida nueva (1994), Me llamo Rojo (2002) y Nieve (2005). También ha obtenido el premio Orhan Kemal de Novela 1983. A pesar de vivir algunos años en Estados Unidos, Pamuk jamás ha abandonado su Estambul natal. Su producción literaria ha sido traducida a más de veinte lenguas.
En un mundo desgarrado por la intolerancia y el fanatismo, Orhan Pamuk se ha convertido en un símbolo de libertad y cultura contemporánea. Lo es por sus novelas, en las que narra la difícil relación existente entre los estados laicos y la religión musulmana, y por el juicio de alta traición al que fue sometido por recordar el genocidio armenio perpetrado por los turcos a comienzos del siglo XX. También por su más reciente libro “Estambul”, en el que el escritor narra la historia de su familia mientras recorre las callejuelas de su ciudad.
Pamuk ha estado en el centro de la atención mundial durante el 2005 por razones ajenas a la literatura, pesaba sobre él la acusación de “insultar a la nación turca” por hablar críticamente en una entrevista sobre el genocidio armenio durante la Primera Guerra Mundial. Se debe recordar que Turquía jamás ha reconocido esta aberrante masacre.
Al recordar los odios étnicos el escritor lamentó fenómenos como la existencia de la teoría de los dos polos culturales, comportamientos que han sido corresponsales “de la muerte de muchas personas” Además, contradiciendo esta teoría dijo que cree por el contrario que cualquier cultura necesita de la mezcla de muchas influencias y que “la imagen del Oriente y Occidente chocando es una de las ideas más peligrosas de los últimos años”.
El escritor, quien se encontraba en Nueva York al recibir la noticia del otorgamiento del Premio Nobel de Literatura, manifestó: "mi trabajo es la mejor muestra de lo fructífero que puede ser la mezcla de culturas,” A la vez que aseguró sentirse sumamente “honrado” con el galardón, evidenció preocupación por el hecho de ser precisamente él el primer turco en recibir este premio, factor que puede adquirir un carácter “político” que "podría convertirse en una carga adicional” para su persona.
Pamuk nació en el seno de una familia de clase media acaudalada. Su padre y su abuelo eran ingenieros. En su juventud, soñaba con ser pintor, pero estudió arquitectura y periodismo. Desde 1985 hasta 1988 vivió en Estados Unidos, invitado por la Universidad de Columbia de Nueva York y luego por la Universidad de Iowa.
El Nobel de Literatura está dotado con 10 millones de coronas suecas y se entrega el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel, fundador de los premios. Según lo sugería su creador en su testamento, se debía premiar una obra literaria que se destacara por su dirección o propósito "idealista".
En sus años universitarios, Pamuk se vinculó a movimientos izquierdistas. Ya entonces empezó a desoír los consejos de su madre respecto de la conveniencia de pasar inadvertido. En 1974, fue uno de los escasos manifestantes que se presentaron ante el consulado español en su ciudad, atendiendo la convocatoria internacional de protesta contra la ejecución del anarquista catalán Puig Antich. Una década más tarde, formó parte de una misión de escritores -en la que también estaba Harold Pinter, Nobel de Literatura en 2005- que viajaron por toda Turquía para hacer un informe sobre las tropelías de la dictadura militar que aún estaba muy reciente.
En la primera mitad de los ochenta, era aún un escritor de obra escasa (sólo las novelas ‘Cevdet y sus hijos’ y ‘La casa del silencio’) pero ya había conseguido despertar el interés en su país. Fue a comienzos de los noventa cuando la publicación de ‘El libro negro’ y ‘El astrólogo y el sultán’ le convirtió en un autor conocido en Europa, donde los críticos lo compararon con Borges y Calvino.
Desde entonces, Pamuk no ha cesado de llamar la atención. Lo ha hecho con la defensa de una convivencia inteligente entre Oriente y Occidente. Al fin y al cabo, él se dedica básicamente a la novela, un género exótico en Turquía, y está convencido de que todo lo que ha hecho progresar a su ciudad a lo largo de los siglos venía de Europa. Pero eso tampoco le ha llevado a ignorar la visión simple, parcial y carente de perspectiva con la que Occidente ha tratado a Turquía, y que se traduce hoy en las trabas impuestas al país para su ingreso en la UE. Y ha llamado la atención, por encima de todo, con una literatura abundante en recursos, muy trabajada en cuanto a aspectos históricos y que en algunos títulos, como ‘Me llamo Rojo’, está estructurada con la precisión de un mecanismo de relojería.
El escritor cubano Raúl Ernesto Colón Rodríguez al analizar la historia de la literatura turca escribe: “De tradición oral desde sus orígenes, sus más antiguos monumentos que datan de finales del siglo VII y principios del siglo VIII, son las denominadas inscripciones Orkhon.
Varios acontecimientos históricos van a influir en el desarrollo de la literatura turca posterior: Las migraciones turcas en Anatolia como consecuencia de la victoria sobre los bizantinos en Malazgirt (1071), la constitución de varios beyliks anatolios, la adopción del Islam y la futura fundación de los Imperios Selyúcida y Otomano, hacen que ésta se desarrolle a lo largo de dos diferentes tendencias: la literatura Diván o la literatura turca clásica. (…) La decadencia de los últimos años del Imperio Otomano se reflejó en la literatura de la época y el cambio se estuvo gestando hasta la proclamación de la República.
Una mayor preocupación por el contenido intelectual no obsesionados con los valores estéticos o la perfección del estilo empieza a destacarse en esta literatura hasta entonces esteticista. La última etapa de la literatura, conocida como “Literatura turca del Período Republicano”, fue influenciada por las escuelas literarias siguientes tras el abandono de los estilos literarios Diván: Tanzimat (Reformas), Servet-i Fünun (Patrimonio científico), Fecr-i Ati (Albor de una nueva era) y Ulusal Edebiyat (Literatura Nacional). Ömer Seyfettin, Nazım Hikmet y recientemente el célebre escritor Orhan Pamuk son sólo algunos de los más reconocidos autores del pasado reciente.
Los nombres más destacados de la literatura turca actual son: Emine Sevgi Özdamar, Alev Lytle Croutier, Özlem Kumrular o Zülfu Livaneli”.
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